Rubí estaba en su residencia, el reloj marcó las 7:00, y fue hacia su habitación a esperar la llamada de su novio, no quería atenderlo tarde, o que parezca que ella no tenía interés por Ben, así que se sentó al lado de su cama a esperar la llamada.
Cuando el reloj marco 7:30, decidió llamarlo ella. Tal vez algo había pasado, Ben era muy puntual a la hora de llamar, así que levanto el tubo e intento llamar, pero cada vez que marcaba un número, un sonido raro respondía del otro lado, eso indicaba que el teléfono se había descompuesto. Solo había un teléfono en la casa. Pero aun quedaba una solución: Su celular. Le habían cargado crédito un día anterior. Lo busco en su habitación, no lo encontró. Lo busco en la habitación de Mariana, tampoco lo encontró. En la cocina, en el living, hasta en el baño, pero no lo encontró. Estaba buscando nuevamente en su habitación, entonces, entro Mariana.
Mariana: Rubí, ¿Qué buscas?
Rubí: Mi celular, ¿No lo viste?
Mariana: ¿Tu celular? Mmm.....… para serte sincera, no lo vi desde que volviste de la clase del profesor Conversor.
Rubí: Es Convenor.
Mariana: Bueno ese.
Rubí: ¿No lo viste desde que…? Uy…
Mariana: ¿Pasa algo?
Rubí: Es que… creo que ya sé donde esta el celular.
Miro a Mariana con una cara de terror. Se había acordado, que había dejado el celular arriba de la mochila, y no lo había guardado.



Cuando el reloj marco 7:30, decidió llamarlo ella. Tal vez algo había pasado, Ben era muy puntual a la hora de llamar, así que levanto el tubo e intento llamar, pero cada vez que marcaba un número, un sonido raro respondía del otro lado, eso indicaba que el teléfono se había descompuesto. Solo había un teléfono en la casa. Pero aun quedaba una solución: Su celular. Le habían cargado crédito un día anterior. Lo busco en su habitación, no lo encontró. Lo busco en la habitación de Mariana, tampoco lo encontró. En la cocina, en el living, hasta en el baño, pero no lo encontró. Estaba buscando nuevamente en su habitación, entonces, entro Mariana.
Mariana: Rubí, ¿Qué buscas?
Rubí: Mi celular, ¿No lo viste?
Mariana: ¿Tu celular? Mmm.....… para serte sincera, no lo vi desde que volviste de la clase del profesor Conversor.
Rubí: Es Convenor.
Mariana: Bueno ese.
Rubí: ¿No lo viste desde que…? Uy…
Mariana: ¿Pasa algo?
Rubí: Es que… creo que ya sé donde esta el celular.
Miro a Mariana con una cara de terror. Se había acordado, que había dejado el celular arriba de la mochila, y no lo había guardado.




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