Rubí: Hola Ben.
Ben: ¡Ah! Hola Rubí, una pregunta, si te invito a salir… ¿Me vas a gritar? – dijo con una cierta ironía.
Rubí: Ben, a eso vine. Quiero que me disculpes por mi comportamiento del viernes… bah, y de toda la semana. No quise… es que reprobé la prueba de lengua y no quiero repetir el año.
Ben: Si, entiendo, amor. Solo era una broma… pero, ¿No iras a un profesor particular?
Rubí: Eh… eh… No me hace falta, poco a poco voy entendiendo un poco la materia…
Ben: ¿A quién teneos en lengua? ¿Con Oración el deforme? Ajajá
Rubí: Je… si… - dijo Rubí agachando la cabeza.
Ben: Bueno, entonces, ¿Te llamo hoy?
Rubí: ¡Ah! ¡Dale!
Ben: ¿A las 5 esta bien?
Rubí: Si, si.
En ese momento, Rubí recordó que a esa hora estaba en las clases del profesor.
Rubí: ¡No, espera! Mejor llámame a las 7:00.
Ben: Ah, bueno, no hay problema.
En ese momento sonó el timbre que indicaba que debían volver a las aulas.
Ben: Bueno, me voy. No quiero llegar tarde.
Rubí: Obvio, adiós amor.
Se abrazaron y Ben se dirigió hasta el aula.
A las 6:00 había terminado las clases particulares, así que Rubí se levanto, agarro su mochila, se despidió del profesor Horacio, y se fue hacia su casa. Pero no se había dado cuenta, que se le había caído el celular de la mochila.
Cuando el reloj marco las 7:00, Ben llamo como había acordado con su novia, ni un minuto mas, ni un minuto menos. El profesor Horacio estaba en la cocina, cuando oyó una música de celular, busco por toda la casa, hasta encontrar tirado el celular de Rubí. Atendió.
Dijo hola una vez, luego otra vez, y luego otra, fueron intentos en vano, ya que nadie atendió del otro lado.
Ben escucho aquella voz, aquella voz no era la de su novia… era la de un hombre, el hombre con el que podría estarlo engañando… no lo sabia, así que cortó, y se relajo en su cama para pensar… ¿Ronny tenia razón respecto a Rubí?












pablito clavo un clavito, qe clavito clavo pablito (?)
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