Rubí toca el timbre de la casa del profesor Horacio. Luego de eso, un “Ya voy” respondió al timbre. Espero 3 o 4 segundos, y la puerta comenzó a abrirse.
El profesor saludó a Rubí con una dulce sonrisa, y la hizo pasar.
Rubí: Que linda casa.
Prof.: Gracias… - hizo una pausa – puede dejar la mochila en el piso y sentarse por ahi - dijo mientras señalaba la mesa con las sillas.
Rubí sin contestar, dejo la mochila donde el profesor le había indicado. Dejó el cuaderno en la mesa, y se sentó para escuchar las explicaciones que daba el profesor, cuando termino, Convenor le dijo que debía escribir, y mientras Rubí hacia la tarea que él le había dado, en ese momento, él se sentó a descansar.
Cuando se hizo la hora, Rubí guardo su cuaderno, se llevo la mochila, se levanto, y el profesor la acompaño hasta la puerta, y mientras caminaba hacia su casa, reflexionaba, ella había notado que el profesor la había estado mirando todo el tiempo mientras hacia la tarea. Pudo notar que lo que había escrito en el cuaderno, fue cualquier cosa, menos lo que debía hacer. Estaba concentrada en lo mucho que le gustaba que el profesor la mire como alguien mas que a una simple alumna…
lunes, 13 de abril de 2009
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