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Cap 3
Rubí se levanto temprano para ir a buscar lugares donde den clases de apoyo de lengua y literatura, tal como se lo había prometido a su profesor un día anterior. Así que, busco una guía telefónica, y encontró varios lugares donde podrían darle clases. Primero, dio con una profesora con un vestido negro, y un cabello castaño. Comenzaron hablando sobre lo que le enseñaría durante el año, los días que tendría que ir, y esa información básica. La profesora ya había convencido a Rubí, hasta que le dijo lo que le cobraría por día por esas clases. Ni siquiera solventando algunos gastos, podría acceder a tal precio. Le dijo que lo pensaría, y que volvería mas tarde, cosa que era mentira, no lo pensaría, ni tampoco volvería. Luego intento en otros lugares, lo cual fue en vano. Todos cobraban igual, o más que la primera profesora. Así que, ya rendida, fue a su clase. A la ultima hora, tendría lengua y literatura, y le diría que no había conseguido un maestro particular que le enseñara a un precio accesible. Ya a la última hora, Rubí se había olvidado completamente de aquel tema, así que no se lo menciono al profesor, de todos modos eso no importo, porque cuando termino la clase, Rubí estaba saliendo del salón, y el profesor le llamo la atención. Profesor: ¿Y, Montereal? ¿Pudo conseguir un lugar donde le den clases de apoyo? Rubí: No… bah, en realidad si pero… todos los lugares son muy caros, yo no dispongo de tantos recursos como para poder pagarles, así que, no conseguí. Profesor: Si, si. Entiendo. Si quiere yo podría darle clases de apoyo. Rubí: ¿Usted? – dijo Rubí con un poco de asombro en su voz. Profesor: Si, ¿Por qué tal asombro? Rubí: No, porque… bueno, no lo había pensado. Profesor: Bueno, puede ser una posibilidad. Sino, no se me ocurre. Es cierto que en la universidad, lugares donde den clases particulares, se exceden un poco en cuanto al precio, y no te enseñan nada. En cambio yo, podría ayudarte, ya que sé los temas que estas viendo, es decir… bueno, tú me entiendes. Rubí: Si, por supuesto. Bueno, pero dígame mas o menos cuanto me cobrara. Profesor: ¿Hablas enserio? ¡Montereal! ¡Me ofende! Claro que no le cobraré nada. Rubí: ¿Cómo que no me cobrará nada? Profesor: Pues… ¡No! Eres una alumna brillante, por un pequeño tema que no entiendas, no haré que te lleves la materia, o peor, que repitas el año. Y, por eso te quiero ayudar, no te cobraré. Rubí: Pero… me sentiría ofendida si no le pagaría nada por que me dé clases. Profesor: Y yo me sentiría ofendido si me pagas. Vamos, sé tu situación económica, te lo cobraré mas adelante, cuando tengas dinero si quieres. Rubí: Bien, que así sea. Profesor: Que así sea. El profesor hizo una sonrisa llena de ternura. A Rubí le había gustado mucho eso, supuso que el profesor Convenor la vería a ella como a una hija, nunca había tratado a otra alumna como la había tratado a ella, y eso a Rubí le gustaba, y mucho. 


mmmmm esto me parece que se va a armar una amistad y quien sabe supongo que amor (L)
ResponderEliminarbesos daay!